Especializados en enseñar
Durante 6 años de vida, entre los 6 y 12 años, un alumno forma parte de la Educación Primaria. Una etapa fundamental para la formación integral del individuo, donde trabajar en el aprendizaje de la expresión y compresión a nivel oral y escrito, así como en la adquisición de habilidades lectoras, de cálculo, cultural, creativas, etc. También es un periodo esencial para el desarrollo personal, educativo y social del alumno en base a experiencias que puedan prepararlo para su futuro acceso a la Educación Secundaria Obligatoria.
Para poder cumplir con el objetivo elemental de la Educación Primaria, el docente deberá reunir un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan estimular la motivación del alumno y permitir su óptimo aprendizaje y desarrollo. Así, nuestro profesorado – en permanete aprendizaje pedagógico – se caracteriza por atesorar las siguientes competencias profesionales:
– Planificación: gracias a una buena estructura y organización de su trabajo, así como a la gestión de los recursos, materiales, espacios y tiempos de los que dispone, nuestro equipo docente establece correctamente los objetivos y diseña el proceso de aprendizaje que le permitirá supervisar el progreso del alumno durante el mismo y su evaluación final.
– Comunicación: la habilidad de comunicación es una cuestión primordial en el docente de Primaria. De la eficacia para transmitir conocimientos y valores por parte del maestro depende, en gran parte, el éxito del aprendizaje de los alumnos y su desarrollo educativo posterior.
– Competencia social: capacidad para relacionarse de manera apropiada con sus alumnos, pero también con los familiares de estos, con sus compañeros de centro educativo, etc. La competencia social de nuestros/as docentes integra su conducta intelectual y afectiva dentro del contexto educativo con el objetivo de integrar socialmente a todos sus miembros.
– Colaboración: el fomento del aprendizaje cooperativo, la acción coordinada entre el profesorado por aplicar o actualizar métodos pedagógicos de forma común, o la comunicación con familiares en casos especiales como necesidades educativas especiales, dificultades de aprendizaje o altas capacidades del alumnado, mejoran y completan el proceso educativo.
– Competencias curriculares: las competencias cognitivas y didácticas de nuestro equipo docente son imprescindibles para poder aportar todos los conocimientos curriculares entre el alumnado. Así, consiguen poner en práctica toda la teoría de su formación académica y profesional, al tiempo que aplicarla en las áreas y materias concretas a impartir.